En el país de las letras querían escribir la palabra paloma, pero no podían porque no había dos letras a, solo había una.
Entonces vino un niño inventor a visitar ese país. Se llamaba Pablo y tenía seis años.
La letra a le dijo:
-No podemos escribir la palabra paloma porque sólo tenemos una a. Entonces Pablo construyó una máquina para copiar las letras.
La letra a se puso dentro de la máquina y cuando salió ¡había otra a igual!.
La letra a se quedó sorprendida y eso hicieron las otras letras. Se metieron dentro de la máquina para hacer más palabras. Así podían escribir todas las palabras del mundo.
FIN
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