-Hola Lavandera...
-Adiós Angelito…
-¿Qué tal Mula y Buey…?
Una tarde, mientras Pastorcita charlaba con los Reyes Magos, la ovejita más traviesa de todas, que se llamaba Blanquita, se escapó.
Pastorcita fue a buscarla. Subió por el camino de tierra. Cruzó el río de papel de aluminio y llegó al bosque de la montaña de cartón. Allí, debajo de un árbol de plastilina, encontró a Blanquita junto a un lobo.
Al principio Pastorcita se asustó, pero era un lobo bueno que había cuidado de la ovejita y que las acompañó de vuelta al portal, donde se quedó a vivir como una figurita nueva.
FIN
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