Érase una vez un caballero llamado Rodrigo y su caballo Martín. El caballo Martín tenía un bebé que se llamaba Ana.
Un día se encontraron con un hada llamada Ángela.
Rodrigo pidió un deseo al hada que era una espada mágica. La espada tenía un botón que cambiaba el tiempo.
Y fueron felices y comieron perdices.
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