Había una vez un niño llamado Martín que era muy mayor y era astronauta. Un día fue a ver el sol en un platillo volante, pero no era lo suficientemente duro y se quemó con el fuego del sol. Martín logró escapar del fuego gracias a su traje espacial que tenia propulsores en los pies y en las manos.
Llegó a la tierra y se pregunto:
-¿Cómo puedo ir al sol sin que se queme mi nave?¡Ya se! Construiré un cohete anti fuego y un traje anti fuego.
Entonces Martín fue al sol con su traje y su cohete y pudo verlo por dentro. Tenía mucho fuego y parecía un planeta incendiado. Allí vivía un marciano naranja, amarillo y rojo. Al principio a Martín le dio miedo, pero luego se hicieron amigos.
FIN
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