Había una vez un fantasma que dormía siempre de día y por la noche
cuando se despertaba veía la luna por la ventana de su casa. Una noche
mientras paseaba por el jardín conoció a una fantasmita que quería
llegar a la luna.
Él le preguntó por qué quería ir a la luna.
Ella respondió:
-“La veo muy… bonita”.
Así fue como se hicieron muy amigos.
Los dos buscaron al fantasma inventor para que crease un cohete para
poder llegar a la luna.
Cuando el cohete estuvo listo, los dos fantasmitas fueron a la luna y
allí pusieron una bandera fantasmagórica.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario