Érase una vez un mundo de robots. Allí había muchísimos robots. Había uno que era un flexo robot, que tenía patas, se movía solo y se le encendía la luz. Pero la bombilla estaba fundida y allí no había más bombillas.
Entonces todos sus amigos se reían de él y él se puso muy triste. Un día vino un inventor llamado Rodrigo, que tenía un montón de bombillas y un panel solar. Rodrigo vio que el robot flexo estaba triste. El robot flexo le dijo a Rodrigo qué le pasaba. Entonces Rodrigo cogió una bombilla y el panel solar y se lo puso al flexo. Ahora la bombilla no se fundía porque era con luz solar. Recargaba la energía de día y se encendía de noche. Así el flexo robot iluminó su mundo para siempre.
FIN
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