En Hawái vivía un niño que se llamaba Marino. A Marino le encantaba bucear en la playa.
Un día, Marino se metió en el mar, un pez de color plateado le mordió en el pecho y... ¡¡¡le salieron branquias!!! Desde ese día Marino se convirtió en la persona que mejor buceaba del mundo y se hizo famoso.
FIN
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